Resumen de 150 días de pedaleo por Uruguay

Nos agarró sólo 3 veces la noche mientras pedaleábamos y hemos elegido no pedalear ni un sólo día con lluvia. Prácticamente no nos enfermamos, Nacho estuvo con dolor de barriga un día y medio y tampoco tuvimos lesiones que requieran meterle mano al botiquín. 

 

Del total de días viajados, hemos pedaleado 101 días. Las principales razones para la pausa son: la lluvia y la hospitalidad de las personas. Cuando sabemos que va a llover (sobre todo varios días) o no hay un lugar establecido para acampar recurrimos a las Instituciones: Municipios y Juntas Locales, Comisarías y Plazas de Deportes han sido las más frecuentes. Hemos recorrido un total de 2737 kilómetros por 8 departamentos y pasamos la noche en 80 pueblos, ciudades y parajes.

Esas noches dormimos en diferentes lugares como campings formales, terrenos públicos, al costado del camino o en casa de alguna persona. También nos han invitado con habitaciones en casas, casas enteras y vacías, locales institucionales, escuelas rurales, salones comunales, estaciones de tren, gimnasios, un galpón, un restorán, comisarías, un almacén y una iglesia.

 

Pinchamos alrededor de 15 veces (entre los dos). El mantenimiento que hemos tenido que hacer ha sido muy básico, limpieza e la transmisión casi que diaria, cambio de cadena a los 2000 km y un cambio de cubierta delantera para la bici de Orne (que de hecho salió con bastante uso de Montevideo).

 

El peso que llevamos en las bicicletas suponemos que ronda los 30kg, esto sumado al peso de cada chiva, suma cerca de 50kg como total. El abrigo y la comida es lo que suma más peso pero hacen que en el invierno la experiencia sea más cómoda, suponemos que con el cambio de estación vamos a prescindir de algunas prendas y no vamos a cargar con tanta comida, al menos para los tramos cortos. Lo que se suma en el verano, es el peso del agua.

 

Hemos gastado mucho menos dinero viajando, que cuando estábamos viviendo en Montevideo. No es tarea fácil determinar un número al momento de hablar de presupuesto, ya sea diario o semanal. Sabemos que eso varía mucho entre un viajerx y otrx. También lo hará variar, las estrategias que empleemos para ahorrar o incluso la posibilidad de acercarnos a las personas para generar otros tipos de intercambios. Nosotros creemos que en los lugares pequeños como los pueblos, se gasta mucho menos que en las ciudades y ni que hablar de aquellas ciudades turísticas. Hemos puesto en práctica algunas pautas que vimos que funcionaban a otrxs viajerxs: tratamos de no pagar el alojamiento y tampoco por el agua. Otra cosa fundamental es cocinar, sobre todo para quienes viajamos en bici, que la alimentación se hace muy necesaria. La semana que gastamos más, estuvimos cerca de los $1000 y la que gastamos menos fue $0.

Con la dieta hemos aprendido que lo más económico es comer lo que hay, lo que come la gente. Ver cuál es la fuente de proteínas más barata. En nuestro caso que comemos de todo, los huevos y el queso en la zona centro y oeste del Uruguay han sido recurrentes. También nos han invitado con diferentes cortes de carne y embutidos caseros. Comprar carne es algo muy poco conveniente porque no hay forma de conservarla en buenas condiciones, además de que en la mayoría de los pueblos no hay carnicerías, un fenómeno digno de otro artículo. 

Hemos tomado muy poco alcohol y se ha dado naturalmente. Sentimos como le cuesta recuperarse al cuerpo luego de tomar vino o cerveza, así que hemos recortado bastante su consumo. La deshidratación que provoca hay que reponerla para seguir, por lo que hemos reservado los momentos de consumo para cuando recibimos visitas o hacemos paradas por varios días.

Pagamos una sola noche por alojamiento y fue la primera del viaje. Pensamos que más allá de ser un hecho anecdótico, demuestra nuestro escaso conocimiento hasta entonces, de las formas de evitar pagar por servicios que no valen la pena. Esa noche la pasamos en el Camping de Parador Tajes, en ese lugar hay gente todo el año y es el sitio de esparcimiento de la población de Cerrillos, Canelones. Allí cobran todo el año. El parque es muy lindo, un monte ribereño sobre el cauce del Santa Lucía adorna las instalaciones de lo que fuera la casa de descanso de un ex presidente. Las duchas en ese lugar carecían de todo mantenimiento y nos bañamos del lado de afuera, estrenando una de las bolsas de agua que viaja con nosotros. La elección de ese lugar (sólo por la ducha, según vimos después) tuvo relación con nuestros miedos a acampar fuera de un predio establecido para estos fines, además de ducharse al aire libre con agua fría. Algo que terminamos haciendo igual. 

Hemos empezado a perder varios miedos que aprendimos durante nuestra vida. Uno de ellos es el de acercarse a las personas desconocidas todo el tiempo, ya que todo el tiempo son desconocidas las personas a quienes les preguntamos donde podríamos acampar o cuál es el mejor camino para hacer. También le hemos perdido el miedo a dormir en lugares apartados, aprendimos que el campo es más seguro que la ciudad y nos hemos hecho amigos de los perros, cosa que abunda en los caminos vecinales.

Cosas que hemos perdido (además de algunos miedos):

-Banquito

-Trípode

-Encendedores

-Cinta de freno para parar la bici de Nacho.

 

Cosas que perdimos (pero las recuperamos porque volvimos):

-Luz de minero

-Pilas y una batería con cargador

-Tenedor cuchara y madera para revolver la comida

-Palo de parar la bici de Nacho.

-Lona azul para cubrir las bicis.

 

Cosas que hemos usado poco:

-Hamaca

-Tul mosquitero

-Riñonera

-Piola larga de repuesto

-Kit de mantenimiento de la cocina multicombustible

-U grip

-Chalecos reflectivos

-Chaquetas y pantalones impermeables

-Descorchador y abre latas

-Hacha

-Bolsa de agua de 6 L 

-Botiquín de remedios.

 

Cosas que usamos MUCHO:

-GPS.

-Computadora.

-Cámaras de foto y video.

-Celular.

-Alargue.

-Luz de minero y led.

-Radio y parlante.

-Bolsa de agua de 10L

-Mate y termo.

-Lona para tapar las bicis (y otras funciones)

-Cocina multicombustible y marmita.

-Aislantes, colchonetas y sobre de dormir.

-Carpa.

 

-Toallas y ropa de pedaleo.

Cosas que hemos incorporado:

-Abrigo (segunda y tercer capa para cada uno, ya teníamos una pero el invierno lo requería)

-Frazada polar y sábana.

-Chancletas (ojotas)

 

 

Visitas recibidas: Durante estos 5 meses de pedaleo por Uruguay, los padres de Ornella nos han visitado en varias ocasiones y han sido un apoyo fundamental para deshacernos de cosas que no necesitamos, así como recibir desde Montevideo lo que creímos conveniente. Esas visitas también han servido como apoyo afectivo al viaje y estilo de vida que hemos emprendido. Otra visita especial que tuvimos en el Camping sobre el Arroyo Chileno fue la del amigo Ruso, un veterano que conocimos en la Colonia Rosell y Rius y volvimos a verlo en esa ocasión. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A lo largo de estos 150 días hemos cosechado muchas amistades, sumamos muchos integrantes a la familia de la vida y hemos comprobado que lo que parece ser un cliché, se acerca bastante a lo que se siente: las personas son lo que determina el lugar que conocemos y los afectos que sumamos determinan los recuerdos que una región despierta. Los caminos son muchos y los kilómetros pueden sumarse de a miles, pero la vuelta es corta sobre todo para quienes no andamos apurados. Antes de empezar este viaje pensamos que con algunos meses podíamos conocer el Uruguay entero, hoy sin haberlo pedaleado completamente, ya tenemos ganas de volver a más de un rincón.

 

Durante este tiempo, no nos hemos visto expuestos a riesgos más allá del tránsito en las pocas veces que anduvimos en rutas nacionales. En algunas ocasiones nos han tenido miedo y hemos aprendido siendo desconocidos que existe una sola oportunidad para confiar y es la primera. Las personas que nos han ayudado y han confiado en nosotros desde el primer momento, son las que nos han demostrado que es una pérdida de tiempo tratar de defender nuestra inocencia cuando estamos ante una persona desconfiada. En esos casos aprendimos que hay que seguir y tampoco hacer perder el tiempo a quien desconfía.

Además de compartir su tiempo e información, hay muchas personas que nos han convidado con una ducha, un lugar donde dormir y también otras cosas muy variadas como: 

-Comida en sus diferentes presentaciones.

-Libros, incluyendo una biblia.

-Crema para la piel y protector solar.

-Gorro y medias.

-Mates, yerba y yerbera.

-Jabón para ropa y cuerpo.

-Pegotines del proyecto y una bandera con nuestro logo y otra de Uruguay.

-Nafta.

-Bastón para parar la bici (para Orne)

-Cámara y desenllantadores.

 

-Vale de $1000 de un municipio.

Gracias a todas las personas que hemos conocido en este tiempo y han compartido un poco de su tiempo y conocimiento con nosotros, también gracias a las personas que siguen nuestras redes sociales y el blog, vamos a seguir compartiendo información que sirva para quienes se inician en esto de los viajes en bicicleta o quieran visitar Uruguay de esta manera.

Conoce más sobre nosotros o vista nuestro mapa con información de los lugares donde hemos pasado al menos una noche.


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Comentarios: 4
  • #1

    Flavio lago (sábado, 27 octubre 2018 11:53)

    Hola
    Estoy con idea de venir a Uruguay a viajar.
    Gracias por la informacion.

  • #2

    Katia (sábado, 27 octubre 2018 13:31)

    Son tan transparentes, Más claro imposible ! Qué ganas de salir a pedalear da leerl@s. Hermosas personas , queremos que vuelvan!

  • #3

    juan David plata Isaza (lunes, 29 octubre 2018 05:28)

    Pronto habitaremos el Camping bicichop en santa Ana Canelones los esperamos 099893347

  • #4

    Susana (martes, 19 marzo 2019 09:25)

    Q grandes!!!! Me encantó conocerlos. Viajo junto a ustedes con sus relatos. Sigan adelante que la vida es bella. Un abrazo tranquerense.