Etnografía a pedal
Es necesario compartir una definición académica de la palabra etnografía, para después explicar qué es lo que queremos hacer nosotros, que no es exactamente lo mismo que se realiza en la Universidad.
La etnografía es una metodología para investigar. Entonces la etnografía es una forma de conocer realidades e históricamente han variado sus enfoques y sus usos. Lo que podríamos decir que se ha mantenido en su seno, es el interés por conocer y describir lo desconocido, lo exótico, lo raro, etc.
Los antecedentes de esta forma de conocer el mundo se remontan a la época colonial, cuando las potencias (principalmente Inglesa) queriendo expandir su dominio, utilizaban la información que era recolectada por exploradores que por locura o pasión eran enviados a los nuevos lugares, donde se pretendía conquistar.
Hacia el Siglo XX, la etnografía se proclamó como metodología. August Schlozer marcó un hito cuando aportó con su trabajo de campo, en lo que hoy es Oceanía, varias etnografías que describieron acciones colectivas que para occidente no tenían sentido hasta entonces.
Las posibilidades que ofrece el enfoque metodológico se ajustan a nuestro interés por conocer el mundo y describirlo tendiendo puentes con la academia. Además, este es un tipo de metodología que no des-humaniza a las personas ni las convierte en estadísticas.
Los objetivos
La velocidad viajando en bicicleta permite experimentar una etnografía en movimiento. Si bien esta herramienta de investigación se caracteriza por el modo de intercambio del investigador con su "objeto" de estudio, siendo en el propio entorno y de modo estático, pretendemos movernos muy despacio recogiendo historias, imágenes e intercambios al ritmo del pedal, constituyendo una etnografía dinámica.
El objetivo general de este proyecto es conocer de primera mano las formas de vida que conviven en nuestro continente, los modos en que las personas se relacionan entre sí y con su medio ambiente, con particular atención en la movilidad como capital humano.
También pensamos en tres objetivos específicos que nos ayudan a guiar el trabajo:
El primero es registrar relatos que den cuenta de las formas de vida de las comunidades y/o ciudades y co-construir contenido producto del diálogo entre las diferentes voces e ideas con respecto a los modos de habitar el espacio y moverse en él.
El segundo objetivo que queremos llevar adelante es re-conocer lugares de gran valor ambiental y bellos paisajes que no siempre integran los itinerarios turísticos tradicionales.
Por último, pero no menos importante, nos interesa promover el uso de la bicicleta y los beneficios individuales y colectivos que produce el uso diario.
Un proyecto Autosustentable (y de bajo presupuesto)
Para financiar este emprendimiento, hemos tenido varias cosas en cuenta y llevado adelante algunas ideas. Primero que nada, ahorramos con los trabajos que teníamos en su momento en Montevideo y vendimos casi todo lo que teníamos para hacernos del equipaje, que ahora es todo lo que tenemos. No nos hospedamos en hoteles, tratamos de no comprar agua y de cocinar nuestra propia comida.
Antes de salir definitivamente hicimos una campaña en una web de financiamiento colectivo que sólo maneja tarjetas internacionales como medio de pago. Eso nos limitó mucho ya que las personas cercanas preferían el método del efectivo. Lo que hicimos fue recurrir a lo que en Uruguay se denomina "colectivo" que es una cuenta que puedes abrir en una Red de Cobranzas y las personas que quieren colaborar con esa cuenta pueden hacerlo con efectivo y sin un mínimo establecido. El éxito fue tal que volvimos a abrir una cuenta para recibir esas donaciones. Luego integramos la venta de material de publicidad con la identificación del blog y nos dió un buen resultado. Así fue que viajamos por Uruguay durante un año con la venta de camisetas que las personas nos compraban a medida que llegábamos a los lugares o a través de internet.
También pedaleando por Uruguay pensamos en la realización de presentaciones locales para hablar acerca de cómo nos movemos y cómo esto tiene un efecto directo sobre nuestras vidas, pero no llegamos a hacer ninguna presentación de este tipo, creemos que puede deberse en parte a que lamentablemente la movilidad, aún hoy en día no configura un tema relevante en la agenda de las autoridades así como se desconoce en muchas ocasiones que configura un Derecho Humano.
Cuando finalmente cruzamos la frontera hacia Argentina vimos necesario pensar otras formas de financiarnos y lo hicimos a través de fotografías impresas, imanes y pegotines que vendíamos o intercambiábamos para cubrir esos pequeños gastos, así como lo hacen otros/as viajeros/as.
En Paraguay y Chile continuamos financiándonos de esta forma y además adicionamos otras estrategias que fuimos aprendiendo, como el pedido de patrocinios directos de comercios o lugares donde se vendan alimentos.
