Pedaleando la Cuchilla Grande (UY) [Parte 1]

Uruguay no tiene grandes elevaciones. Para los locales, las existentes son conocidas como "penillanuras levemente onduladas". En el centro este del país se encuentran los cerros y lomas que conforman la Cuchilla Grande. Desde las Sierras de Lavalleja hasta el Cerro Catedral, pasando por grutas y una infinidad de cursos de agua, este es un lugar hermoso para pedalear.

Esta vez habíamos planificado una ruta de 1000 km por 6 departamentos. Parte del plan en esta primera etapa de pedaleo por Uruguay era llegar a sitios específicos. Lo logramos a medias, por razones que luego les vamos a contar. 

 

Los días que tuvimos para hacer la travesía fueron 15. Pudimos pedalear 10, el resto de los días llovió .

Este viaje tuvo varias pruebas. Por un lado: el equipaje, las alforjas, colchonetas y una cocinilla multicombustible. Por el otro, vivimos la experiencia de acostumbrarnos a que el día y la noche sea al lado de la bici. Esta es la primera vez que pasamos más de una semana viajando, superamos algunas dificultades y confirmamos nuestras ganas de vivir de este modo un buen tiempo.

El equipo:

 

*Carpa, Sobres y frazada.

*Dos mudas de ropa en dos capas (camiseta, abrigo liviano y campera), toallas, productos de higiene y botiquín.

*Cocina multicombustible, olla y marmita.

*Mate y termo. 

*Computadora, cámara de fotos y cámara de video. Cuaderno y lapicera. 

Se ha vuelto costumbre, cuando salimos hacia el centro de Canelones, tomar Av. Belloni y luego Av. de las Instrucciones. Hacer una parada obligatoria en San Jacinto y después tomar el camino de balastro hacia Migues. 

 

Volver a Montes es muy agradable, nos reciben muy bien y la distancia es acorde como para hacer la primera parada. Ese día el clima no daba certezas, las nubes estuvieron desde que salimos. Al otro día también, igual madrugamos y conocimos antes de seguir, el nuevo Parque Municipal.

Salimos de Montes tomando la ruta 81 en dirección este. Este trazado tiene una linda pinta de camino, más que de ruta, y se ven en su trayecto varias postales serranas. Particularmente nos gustó mucho, ya que también reúne algo de dificultad por las pendientes y el material del suelo.

 

A pocos kilómetros conocimos a Drácula. Él viaja caminando, pero bien acompañado. Este nuevo amigo del camino accedió gustoso a un retrato.

La ruta 81 atraviesa el departamento de Canelones, desde la ciudad de Santa Lucía hasta la ruta 60. Cerca de este último tramo, ya en el departamento de Lavalleja, cruza la Cuchilla Grande en sus varios cerros. Al Sur, las Ánimas. Al norte, Minas.

La actividad económica por excelencia es la forestación. En esta zona, el paisaje se compone de montes forestados claramente delimitados, junto a varios cientos de miles de cabezas de ganado y algunas que otras especies de animales y vegetales que viven en aparente estado silvestre.

A poquitos kilómetros de cruzar la ruta 8, está el Camping de Aguas Blancas. Un lugar muy lindo, sobre todo por su vegetación. Allí existe un dique sobre uno de los arroyos y las personas lo utilizan para refrescarse en verano. Lo que nos pareció llamativo, es que no hubiera dentro de las instalaciones, agua potable corriente. 

Llegando a su fin, el camino se vuelve empinado y las bajadas se reiteran una y otra vez. Ya la ruta 60 está en buen estado, con pavimento y algo de banquina.

Lo único que nos salió mal esta vez es que nos agarró la noche y veíamos lo que permitían las (escasas) luces. Bajar a esa hora el mítico Ramayo (pendiente conocida en el ámbito local del ciclismo) fue una experiencia excitante y peligrosa. 

En Minas pasamos la segunda noche. Esta es la capital serrana del país ya que se encuentra en medio del cordón de cerros que forman la Cuchilla Grande, siendo comunes las elevaciones de 100 a 200 metros. 

 

Es una ciudad muy tranquila y ordenada. Tiene un micro centro típico de las ciudades modernas, repletas de comercios y automóviles. Es un lugar ideal para abastecerse o pasar la noche para quienes viajan hacia lugares como el Cerro Arequita o el Salto del Penitente.

 

Para seguir metiéndonos en la Cuchilla, agarramos un nuevo camino vecinal. Pasando las dos entradas de Villa Serrana por la ruta 8, a la derecha doblamos y nos metimos en el camino que se ve arriba.

Para ese entonces nos empezó a caer la ficha de que los días nos quedaban cortos. El sol a las 6 de la tarde se apaga. Por otro lado, veníamos durmiendo muy bien, por la comodidad de los lugares donde fuimos recibidos y las colchonetas que estrenamos. 

 

La tercer noche la pasamos aquí, porque se hicieron las 5 y las 6... y el frío instantáneo de la noche en el campo, lo contrarrestamos con el fuego. Las vacas amenizaron el silencio y nos sentimos como en casa otra vez.

La noche estrellada vino seguida de un sol rotundo al otro día y continuamos por el trillo rumbo a la ruta 39. En el siguiente trayecto, literalmente pedaleamos las Sierras, ya que el camino sube y baja con alturas pronunciadas. Al paisaje lo compone alguno que otro casco antiguo de estancia, una cantera y una escuela rural. 

El arroyo Aiguá, forma parte del límite entre Lavalleja y Maldonado. El agua que baja de las Sierras estaba muy fría en ese momento pero el sol compensó lo que fue una ducha Serrana. Esta es nuestra ducha portable. Los bidones pueden renovarse pero esa tapa nos acompaña desde ahora.

 

De esa agua también bebimos. Para ese entonces se acercaba la cuarta noche y sería la segunda sin abastecernos en un pueblo.

 

Casi llegando a la ruta 39, vimos un almacén cerrado (desde hace tiempo) que por instantes nos esperanzó, sobre todo considerando que no estaba dentro de lo planificado pasar por una ciudad en las siguientes 24 horas. La idea en ese momento fue tomar un nuevo camino y continuar rumbo al Cerro Catedral, el punto más alto del Uruguay. 

Como complemento a las pocas provisiones que quedaban, sumamos la escasez de batería en el teléfono que usamos de GPS. Esto hizo que poco rato después de tomar el siguiente camino, abrir y cerrar 2 porteras, pasar por varias casas abandonadas desde hace años y muchas vacas, se apagara el celular. Ahí fue cuando armamos la carpa y la cuarta noche de esta travesía nos encontró de nuevo, en el medio de un cerro.

Recorrimos los alrededores de la casa que se ve en la foto y a través de algunas de sus aberturas, pudimos confirmar que estaba abandonada. Elegimos el pié de ese árbol para armar la carpa.

Toda la zona claramente era territorio de las vacas, nos observaron desde cerca hasta el anochecer. Hicimos una fogata con ombú seco y otras maderas que habían. La noche estrellada se repetía, aunque en la madrugada rompió un viento que nos despertó. Precisamente nos despertó la carpa sobre el cuerpo, claramente afectada por el temporal que se venía.

A la mañana, entre el clima amenazante, la escasez de batería para orientarnos y de víveres para seguir, volvimos decididos a la ruta 39. Unas horas después llegamos a Aiguá. Esta ciudad serrana pero del departamento de Maldonado fue el mejor cobijo para la ocasión.

 

Habíamos comido un poco de dulce de membrillo cada uno, por lo que era necesario volver a desayunar. Comimos unas galletas panificadas que no estaban del todo buenas, pero lo notamos a la segunda o tercera. Después de sacarnos el hambre, empezamos a recorrer la ciudad en busca de un refugio para armar la carpa. No llovía hasta entonces pero el cielo anunciaba que esto duraría poco.   

Fue en esas vueltas que conocimos al Pela y Dani, unos nuevos amigos moradores de Aiguá y oriundos de Montevideo. El Pela nos hospedó en su casa, compartimos charlas, su estufa a leña, guiso vegetariano y leche casera, entre otras cosas. En esos dos días de tormenta tuvimos la oportunidad de conocer sus perspectivas sobre la ciudad y nos invitaron a participar en un taller de Biodanza.

 

No fue difícil sacar fotos donde aparecieran bicicletas en esta ciudad. Diversas, por todas partes y sin tranca. Se pueden ver niños y niñas pedaleando, lo que junto con la ausencia de tránsito pesado, genera un entorno urbano muy amigable para las personas.

 

La séptima noche la pasamos en las Grutas de Salamanca, bien al norte del departamento de Maldonado. Las fotos y los detalles del camino van a estar en la segunda parte de esta travesía.